Deshidratación: Inicialmente, el lodo se somete a deshidratación para eliminar una parte de la humedad. Para la deshidratación se utilizan habitualmente técnicas como filtros prensa, centrífugas o filtros prensa de correa.

Equipo de secado: El lodo deshidratado se envía luego a equipos de secado como secadores. Estos dispositivos utilizan aire caliente o energía térmica para evaporar la humedad del lodo.

Parámetros de control: Durante el proceso de secado, es necesario controlar los parámetros adecuados de temperatura, humedad y ventilación para garantizar la eficiencia del secado y la seguridad del equipo.

Tiempo de secado: Determinar el tiempo de secado adecuado en función del contenido de humedad del lodo y de la capacidad del equipo de secado. Los lodos con mayor humedad generalmente requieren un tiempo de secado más prolongado.

Tratamiento post-secado: Los lodos secos pueden someterse a tratamientos adicionales como compresión, incineración, compostaje o vertido.

Es importante señalar que tanto el secado de residuos urbanos como el secado de lodos requieren un control adecuado de la temperatura y la humedad durante el procesamiento para garantizar la seguridad de los equipos y la eficacia del tratamiento. Además, para el secado de lodos, es necesario un manejo y eliminación adecuados de los lodos secos para minimizar los impactos ambientales.